jueves, 27 de mayo de 2010

El Pastor del Jogo Vertical

La historia y el comportamiento de Ricardo Kaká no es como la de muchos jugadores brasileños, él no viene de las favelas y tampoco se enfiesta a destajo, en cambio, Kaká se crió en una familia de clase media y lleva un estilo de vida sumamente religioso. El origen de su apodo proviene desde la infancia, su hermano fue el encargado en bautizarle como ‘Kaká’ ‘¡al no poder pronunciar Ricardo!.
Cuando se mudó a Sao Paulo se integró a las categorías inferiores del Tricolor paulista y a los 19 años debutó en una Final de la Copa de Brasil contra Botafogo donde anotó el gol para la victoria.
Con la Verde Amarelha debutó en 2002 y ese mismo año fue elegido como el mejor jugador brasileño, lo que le valió en gran parte para ir al Mundial de 2002 donde tuvo poca participación pero experimentó lo que es ser Campeón del mundo. Dos años después también ganó la Copa América.
En verano de 2003 el AC Milán lo contrató, y en el club lombardo aprendió de Rivaldo, de Rui Costa y en su primera temporada ganó un Scudetto.
Para 2005 brilló en la Liga de Campeones pese a la dramática derrota en la Final y con Brasil ese mismo año, obtuvo la Copa Confederaciones.
En 2007 hizo un lustro demoledor y controló el balompié mundial; ganó la Champions League, fue electo como el FIFA World Player, ganó el FIFpro, la Supercopa de europa, el Mundial de Clubes y por si fuera poco también recibió el Balón de Oro.
En 2009 tras seis años en el Milán, Ricardo tomó el desafío de ir al Real Madrid. Después con su Selección en lo que significó el ensayo del próximo Mundial ganó la Copa Confederaciones realizada en Sudáfrica.
Izecson dos Santos sobresale por su practicidad en la cancha, por la estampa de crack que deja en sus carreras frontales, por eludir a sus rivales con filigranas, es un especialista para hacer túneles, le pega con ambas piernas de media distancia colocado o potente. En consecuencia Dunga ha depositado la conducción del Scratch du Oro en Ricardo, con un bloque rocoso en defensa y en la media, el equipo está diseñado para que Kaká juegue con tranquilidad en el esquema táctico.
Quizá en suelos sudafricanos estemos próximos a observar la siguiente revelación que “iluminará” al que en su retiro de las canchas quiere ser pastor evangelista. Kaká es la bandera del Jogo Bonito, que en esta ocasión pinta más para “Jogo Vertical” o “Jogo Elegante” todo esto basado en el estilo de Ricardo: La plasticidad al conducir el balón y deslizarse entre líneas, siempre ir hacia adelante, ser punzante, no retener el balón y continuamente arrancar con velocidad y detonar un contraataque.
La historia agendó a Kaká como el conductor de Brasil para 2010, Ricardo ha ganado en experiencia y le motivan los grandes encuentros, ahora su devoción ganadora le ha dictado el camino a seguir… el hexacampeonato amazónico.